Cuando las personas jóvenes mejoran su acceso a información sobre la Salud Sexual y Reproductiva y Derechos Reproductivos teniendo mayor probabilidad de vivir sin violencia, tomar decisiones informadas, autónomas y responsables y de estar en mejores condiciones de incorporarse a la vida social y productiva de nuestro país, este proceso es dinámico, horizontal, dialógico, participativo e incluyente.